En una conferencia de prensa este sábado, el alcalde del condado de Miami-Dade, Carlos Giménez, habló sobre los planes para volver a abrir los negocios, pero advirtió que todo puede ser «un poco diferente» porque podría pasar un año hasta que se levanten las reglas de distanciamiento social.
Giménez reveló nuevos detalles sobre las fases de reapertura de una gran parte del sur de la Florida.
«Necesitamos comenzar a pensar en cómo nos vamos a abrir, y hacerlo de una manera que limite la propagación del virus», dijo Giménez.
Giménez dice que está trabajando para volver nuevamente a la normalidad, creando grupos de trabajo para reiniciar las industrias locales de hostelería, venta minorista y restaurantes.
El politico cubanoamericano dice que ya se ha creado una fuerza de trabajo para espacios abiertos, y que lugares como parques y playas serán algunos de los primeros lugares para reabrir.
Giménez dijo que vio escenas de bañistas sin máscara desafiando las pautas de distanciamiento social en Jacksonville, pero adelantó que cree que los espacios abiertos en Miami-Dade se abrirán de manera segura.
«Cuando volvamos a abrir, será de manera segura», aseguró. «Sí, vi las imágenes (en Jacksonville) pero creo que debemos avanzar. Verá algo más pronto que tarde. Nuestros espacios abiertos son algo que debemos hacer», agregó.
Giménez enfatizó que cuenta con que los residentes del condado de Miami-Dade cooperen con el proceso.
«Todos somos buenos ciudadanos, respetuosos de la ley, y no necesitamos ser castigados por las acciones de unos pocos», dijo.
El alcalde sugirió que podría pasar un año hasta que se levanten las reglas de distanciamiento social.
«No creo que vaya a ver que las reglas de distanciamiento social se reduzcan hasta que tengamos una vacuna», advirtió.
Los parques, las playas, la navegación y el golf se encuentran entre la primera fase de lo que podría reabrirse cuando los expertos médicos lo consideren apropiado. Se seguirían recomendando máscaras y se seguirían aplicando reglas para prevenir las actividades grupales. Los gimnasios permanecerían cerrados.
Casi el 60 por ciento de los casos y muertes de COVID-19 en la Florida han sido en los condados de Miami-Dade, Broward y Palm Beach, lo cual es parte de la razón por la cual esta porción del estado probablemente se abrirá más lentamente.


