Este domingo el Gobierno cubano envió una segunda brigada de profesionales de la salud a Italia para apoyar la lucha en ese país contra el coronavirus. En esta ocasión, el grupo integrado por 38 médicos y enfermeros de la brigada Henry Reeve, se dirige a la región de Piamonte, la cual se encuentra fuertemente afectada por la pandemia.
El grupo, compuesto por 20 doctores y 18 enfermeros de la brigada Henry Reeve que durante la última década y media ha asistido en diversos desastres y crisis sanitarias internacionales, fue despedido con una ceremonia en las cercanías del aeropuerto José Martí de La Habana.
“Tenemos la convicción plena de que vamos a curar mucha gente y de que vamos a regresar con el deber cumplido”, comentó Julio Guerra, el jefe de la misión.
Este nuevo grupo cuenta con cuatro médicos con experiencia en cuidados intensivos, dos epidemiólogos, un neumólogo y varios especialistas en medicina general que estarán atendiendo a pacientes en las distintas fases de la enfermedad.
El 50 por ciento de los colaboradores que conforman la brigada tiene edades comprendidas entre los 25 y 45 años, con representación de 11 provincias y el municipio especial Isla de la Juventud, el ciento por ciento cuenta con más de una década de experiencia laboral y el 81 por ciento ha participado en misiones anteriormente. De ellos, 13 formaron parte de los esfuerzos para combatir el ébola en países de África.
Se trata de la vigésima brigada que Cuba envía al exterior para apoyar la lucha contra el coronavirus en 19 países, entre ellos Italia, país al que ya viajó un primer grupo de 53 sanitarios a finales del mes pasado, destinados a la región de Lombardía.
En estos momentos Italia es el tercer país más golpeado producto a la pandemia, la cual ha dejado un saldo de 19.899 fallecidos y donde el total de casos confirmados asciende a 156.363.
En el caso de la mayor de las Antillas, este domingo los casos positivos aumentaron a 669 con los nuevos pacientes diagnosticados.
Las autoridades cubanas han puesto en práctica una serie de medidas con vistas a reducir la posibilidad de transmisión local. Tal es el caso del cierre de las escuelas, de diversos sectores no imprescindibles y la suspensión del transporte urbano y de los eventos públicos.
Hasta el momento no se ha decretado el confinamiento, pero es obligatorio el uso del nasobuco en la vía pública.



