El Gobierno cubano ha decretado la cuarentena y el aislamiento obligatorio en el poblado pesquero de Gibara, en la provincia de Holguín, tras confirmarse que existe una cadena de transmisión local de coronavirus y que 18 personas han sido infectadas en las ultimas dos semanas.
Según indica la prensa estatal, la alarmante situación epidemiológica en la cabecera municipal de Gibara ha provocado que se decrete el estado de «cuarentena colectiva» para este territorio.
El Consejo de Defensa Provincial ha pedido a la población que todos se mantengan en sus hogares y que incluso dentro de sus viviendas utilicen el nasobuco.
Hasta este viernes 10 de abril, Gibara era el municipio holguinero con mayor incidencia de casos confirmados al coronavirus SARS-CoV-2, con 18, seguido de Holguín, 10; Banes, cuatro; Báguanos, “Rafael Freyre”, “Calixto García” y Moa, con uno cada uno, para un total de 36 en la provincia.
«Atención, atención, a toda la población», así de alarmante sonó la información el decreto de cuarentena transmitido por la televisión local de Gibara.
La Villa Blanca de los Cangrejos ya venia sonando como un punto caliente por el numero de contagiados y dos fallecidos: un hombre de 68 años de edad y una mujer de 75 años, respectivamente, los dos únicos de la provincia de Holguin.
Según supimos, se ordenó la ubicación de puntos de entrada y salida custodiados por militares, que controlarán todo el acceso a Gibara. Además, indicó el cierre de todos los servicios no básicos que estén abiertos, incluidos los manejados por cuentapropistas.
Una vecina de Gibara dijo a CubaCute Noticias que, desde hace varios días, se sabía de personas enfermas, incluso ingresadas, pero que las autoridades y algunos médicos aseguraban que estaban contagiados de dengue y no de coronavirus, circunstancia que ha provocado tensión entre los pobladores de la localidad costera.
Gibara tiene casi 71 mil habitantes, todos los que están viviendo en una constante angustia por la cantidad de casos detectados. Ya no hay tranquilidad y las calles son recorridas constantemente por motos y patrulladas, dotadas con altoparlantes, en los que se advierte a la población sobre los riesgos para su salud en caso de contagio y se les pide mantener el aislamiento social.


