A tan solo unos días de haberse instaurado el aislamiento en el Consejo Popular El Carmelo, en el municipio Plaza de la Revolución, debido al brote de coronavirus en el país y a la detección de transmisión local en este consejo, sus casi 27.000 habitantes no ven realmente un cambio en la medida de cerrar esa zona del Vedado.
«Lo único que cambian son dos cosas. Primero, que hay mucha más presencia militar, y segundo, que, si andas sin nasobuco en la calle, te ponen una multa de hasta 200 pesos. Por lo demás, siguen las colas a toda hora y las calles casi desiertas», dice una de las vecinas de la zona.
El pasado 2 de abril los medios cubanos anunciaron que a partir de las 20:00 horas del día siguiente, nadie podía entrar ni salir del perímetro si no era portando un salvoconducto.
Sin embargo, dos días más tarde, el periódico Granma, órgano del Partido Comunista, anunció que la medida no sería necesaria y que tampoco se suspendería el paso del transporte público por la zona.
Según refieren algunos pobladores de El Carmelo, desde hace algunos días que no se ve deambulando a los acostumbrados borrachos que andaban siempre por las esquinas, por lo que suponen que, o se los llevó la policía, o se recogieron en sus casas y se olvidaron del aquello de ser bebedores sociales durante algún tiempo.
«El ambiente está raro, sentirse un aislado social es casi un absurdo para el cubano, incluso uno se encuentra con algún policía e intercambia palabras, como si fuera un conocido más. Pero esta vez todo es distinto. Hay muchos rondando las salida y entradas. No miran a nadie, solo señalan y dan indicaciones. Hay patrullas dando vueltas las 24 horas y hay vallas puestas en algunas calles», comenta uno de los dependientes del Frankfurt, cafetería estatal ubicada en las esquinas de 21 y 16.
Los vecinos del Carmelo no tienen idea de cuándo podrán volver a sus rutinas diarias y por el momento solo esperan que el coronavirus no cause más infectados ni muertos en su territorio.
«Al principio nos asustamos, pero luego nos hemos ido reponiendo y estamos intentando hacer una vida normal», contó a nuestra redacción Antonia Pavo, vecina del entorno de los hoteles Riviera y Meliá Cohíba.
Luis Antonio Torres Iríbar, presidente del Consejo de Defensa Provincial, aclaró que las personas que viven en esta zona no necesitarán de un salvoconducto, aunque sí se han habilitado puntos de entrada y salidas, que serán por las siguientes calles: 17 y 8, Línea y 6, Línea y 20, 11 y 26, 26 y 21, 24 y 21, 12 y 21, y además, el área de la calle 17 desde la avenida Paseo.
El anuncio inicial generó confusión porque las autoridades dijeron que -entre sus medidas de contención sanitaria- establecerían “salvoconductos” para residentes con necesidades impostergables, sometiéndose previamente a una prueba de detección de la COVID-19, que no especificaron.
De momento, no se han reportado nuevos casos positivos en las ultimas 48 horas, pero los vecinos no están del todo tranquilos porque saben que, según las autoridades, se mantiene 128 personas en sus domicilios en el barrio como sospechosos de ser portadores del coronavirus.




