El Gobierno cubano ha desplegado en las ultimas horas un fuerte operativo policial, sacando a las calles efectivos del Ejército y de las Tropas Especiales, como parte de las medidas de seguridad implementadas en la Isla para evitar la propagación del coronavirus en la población.
Parte de nuestro equipo de redacción comprobó esta mañana en varias provincias del país se había aumentado la presencia de militares desarmados en las zonas de más alto riesgo, sobre todo en La Habana, donde hasta el momento se reportan la mayor cantidad de infectados de toda la Isla.
En las ultimas horas, varios reportes de prensa han sido publicados en todo el país, dando cuenta de recientes arrestos de personas involucradas en delitos como propagación de epidemia, robos de material médico especializado, acaparamiento y venta en el mercado informal de artículos de primera necesidad.
«En función de preservar la tranquilidad ciudadana y la disciplina de la población, se ha incrementado la presencia policial en la vía pública y la vigilancia y patrullaje en todo el territorio nacional, así como han aumentado las acciones preventivas ante quienes violan disposiciones establecidas o ponen en riesgo su salud o la de quienes con ellos conviven», explicó el ministro del Interior, el vicealmirante Julio César Gandarilla Bermejo, en conferencia de prensa.
El presidente Miguel Díaz-Canel también advirtió que a partir de ahora las fuerzas del orden actuarán con «mayor rigor» a todos los que incurran en violaciones de las medidas ordenadas para «proteger a los ciudadanos y minimizar el riesgo de contagio».
Con talonario en mano, desde el pasado viernes grupos de patrullaje de dos o tres policías recorren las principales ciudades de la Isla en busca de personas que caminen sin nasobucos o que incumplan con el distanciamiento social, aplicando multas rigurosas que van desde los 500 hasta los 2500 pesos cubanos.
De igual forma, se orientó el cierre en todo el país de los establecimiento que venden bebidas alcohólicas en lugares públicos, aprobando una regulación que permite el cierre inmediato de todos aquellos que realicen ventas para consumo público.
Omar Herrera, jefe del Departamento de Procesamiento de la Dirección General de la PNR, reveló que hasta el pasado viernes habían sido denunciadas por la población 56 personas por incumplir las normas sanitarias y medidas orientadas para enfrentar la epidemia del coronavirus.
Mientras, otras 136 fueron requeridas por las autoridades por los delitos de actividad económica ilícita, receptación, especulación y acaparamiento, afirmó Herrera a la televisión cubana.
Explicó que varios casos fueron presentados ante los órganos de justicia y se encuentran pendientes de juicio. Otros ciudadanos fueron sancionados con multas de entre 500 y tres mil pesos.





