El gigante manufacturero 3M rechazó el viernes las críticas del presidente Donald Trump sobre la producción de máscaras faciales que los trabajadores de salud estadounidenses necesitan con urgencia.
La compañía dijo que ha estado produciendo la mayor cantidad posible de máscaras para Estados Unidos «en las últimas semanas y meses».
3M también dijo que la administración le pidió que dejara de exportar máscaras de grado médico a Canadá y América Latina, lo que según la compañía plantea «implicaciones humanitarias significativas» y será contraproducente al hacer que otros países tomen represalias contra Estados Unidos.
La disputa inusual pero no sin precedentes entre el presidente y un fabricante estadounidense líder estalló después de que Trump ordenó a los jefes del Departamento de Seguridad Nacional y la Agencia Federal de Manejo de Emergencias que usaran su autoridad bajo la Ley de Producción de Defensa de 1950 para adquirir el número «apropiado» de respiradores N95 de 3M y cualquiera de sus afiliados.
Las máscaras N95, también llamadas respiradores, brindan más protección contra el nuevo coronavirus que las máscaras quirúrgicas comunes. Los gobernadores y funcionarios hospitalarios de todo el país han advertido de una grave escasez de máscaras y otros equipos de protección para los trabajadores de la salud que tratan a personas con COVID-19, la enfermedad causada por el nuevo coronavirus.
El presidente siguió su orden con un tweet el jueves por la noche en contra del fabricante con sede en Minnesota.
“Golpeamos a 3M hoy después de ver lo que estaban haciendo con sus máscaras. Act P Act hasta el final. Una gran sorpresa para muchos en el gobierno en cuanto a lo que estaban haciendo: ¡tendrá que pagar un gran precio!», escribió el mandatario.
Los eventos que llevaron a la orden de Trump contra 3M comenzaron hace semanas. Un funcionario de la Casa Blanca dijo que cuando el vicepresidente Mike Pence visitó una fábrica de 3M en Minnesota el mes pasado, le dijeron que 3M tenía 35 millones de máscaras N95 que estaban destinadas a usos comerciales pero que podían ser utilizadas por trabajadores de la salud.
Esta semana, después de que 3M recibió la protección de responsabilidad que buscaba, la Casa Blanca se enteró de que no todas esas máscaras estaban listas para el mercado estadounidense, dijo el funcionario.
Jared Kushner, yerno del presidente, ha estado liderando los contactos de la administración con la compañía para saber a dónde fueron las máscaras y por qué algunas no estaban disponibles como se prometió. La situación llevó a Trump a invocar la Ley de Producción de Defensa, dijo el funcionario, quien habló bajo condición de anonimato para discutir eventos que no se han hecho públicos.
La compañía dijo que ha estado trabajando con la administración Trump desde el fin de semana pasado y ha enviado máscaras que produce en el extranjero a los EEUU, Incluyendo 10 millones de máscaras N95 3M fabricadas en China.
3M también expresó su preocupación por lo que dijo que era una solicitud de la administración para dejar de exportar máscaras a Canadá y países latinoamericanos, donde la compañía es un proveedor crítico de máscaras.
“Dejar de exportar respiradores producidos en los Estados Unidos probablemente causaría que otros países tomen represalias y hagan lo mismo, como ya lo han hecho algunos. Si eso ocurriera, el número neto de respiradores disponibles para los Estados Unidos en realidad disminuiría”, dijo la compañía. «Eso es lo opuesto a lo que nosotros y la Administración, en nombre del pueblo estadounidense, buscamos».
La Casa Blanca no hizo comentarios inmediatos sobre la declaración de la compañía sobre la limitación de las exportaciones.
La semana pasada, Trump invocó la misma ley de 1950 para obligar a General Motors a construir ventiladores utilizados para tratar a los pacientes con COVID-19. El presidente acusó a GM de no moverse lo suficientemente rápido e intentar cobrar demasiado al gobierno. GM dijo que había estado trabajando en ventiladores durante semanas. Dos días después, Trump elogió al fabricante de automóviles y dijo que estaba «haciendo un trabajo fantástico
