Seis cubanos presuntos integrantes de una organización dedicada a llevar personas de forma ilegal desde la Isla a Estados Unidos a cambio de dinero fue desmantelada recientemente en territorio mexicano.
Según se ha podido conocer, los cubanos operaban en la región norte de la Península de Yucatán, desde donde transportaban a los indocumentados.
La Unidad Especializada en Investigación de Delitos en Materia de Secuestros, de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada, los acusó por su presunta responsabilidad de organizarse para cometer este tipo de delito.
De acuerdo a la información revelada, los cubanos fueron detenidos por la Policía Federal Ministerial y del personal adscrito a Interpol, quienes llevaron a cabo un operativo simultaneo que abarcó a Quintana Roo, Yucatán y la Ciudad de México.
El juez de control con sede en el Estado de México consideró que existen elementos suficientes para vincular al grupo de cubanos al proceso, por lo que decretó la medida cautelar de prisión preventiva oficiosa. Además, otorgó un plazo de 90 días para que la FGR llevara a cabo la correspondiente investigación complementaria.
#FGR, a través de la #SEIDO, obtuvo vinculación a proceso en contra de seis personas, por su probable responsabilidad en el delito de delincuencia organizada para cometer tráfico de personas. https://t.co/bFs6aSAHlY pic.twitter.com/TzOjK8SLul
— FGR México (@FGRMexico) March 31, 2020
Los imputados fueron identificados como José Joel “C”, Raúl “H”, Francisco Antonio “G”, Octavio “L”, Juan “B” y Heydi Lizbeth “C”.
Juan “B”, El Juanito; se dedicaba a proporcionar los boletos de avión para los migrantes que contrataban “los servicios” de la organización
Raúl “H”, El Rauly, coordinaba tanto el ingreso como el egreso de los migrantes a territorio nacional y a Estados Unidos.
José Joel, por su parte, realizaba funciones de dirección y supervisión dentro de la organización criminal y elabora la logística para ingresar los migrantes a México.
A su vez, Francisco Antonio, era quien se encargaba de obtener documentación apócrifa y Octavio “L”, El Gordo, negociaba el precio por persona que ingresa a territorio nacional.


