815 turistas españoles aún permanecen en Cuba tras rechazar las gestiones realizadas por la Embajada de España en La Habana, desde donde gestionaron varios vuelos humanitarios para que los que deseasen pudiesen volar de regreso a su país antes del cierre del espacio aéreo cubano decretado desde la medianoche de ayer por el Gobierno de la nación caribeña.
Según explicó el embajador de España en La Habana, Juan Fernández Trigo, no se puede considerar que se encuentran «varados» pues la decisión partió de ellos mismo, poniendo como ejemplo los más de 300 puestos que quedaron libres en los últimos tres vuelos que la aerolínea Iberia realizó entre los últimos días desde La Habana hacia Madrid.
En la noche del pasado martes partió el ultimo vuelo directo hacia España que partirá por los próximos meses desde la capital cubana, solo horas antes de cumplirse el plazo para que se cerraran todas las fronteras aéreas y marítimas de Cuba, salvo para operaciones de carga, abastecimiento o salida y retorno de misiones médicas.
Según explicó el embajador, muchos de los españoles que decidieron quedarse en la Isla tienen contactos con amigos y familiares, por lo que la mayoría se están quedando en casas particulares porque solo 60 e ellos están registrados en hoteles.
«Aunque esas personas entran en el país con visado de turista, no se trata del perfil de una persona que viene a Cuba de vacaciones, pero en muchos casos tampoco cumplen los estrictos requisitos de las autoridades cubanas para conceder un permiso de residencia temporal o permanente», explicó Fernández Trigo.
El 17 de marzo había en Cuba 2.435 turistas españoles, que se han ido marchando paulatinamente. Desde el pasado 24 de marzo ya no podían entrar turistas al país caribeño y los que quedaban están obligados desde entonces a permanecer en sus hoteles o alojamientos particulares.
Según los cálculos de la Embajada de España, en los hoteles permanecen unos 60 turistas de ese país. “El resto entendemos que están en casas particulares, de familiares”, indicó el diplomático.
“Estas personas tienen la obligación de quedar recluidos en sus lugares de residencia, no pueden pasear por la calle, mucho menos ir a la playa o visitar monumentos. Pero no vemos ninguna situación de preocupación ni de dificultad para haber permanecido en el país, porque esa era su voluntad”, precisó.
A los que han decidido quedarse se les ha comunicado la decisión del Gobierno cubano de prorrogar los visados de turista por seis meses, “con lo cual están en una situación de perfecta legalidad”, subrayó Fernández Trigo.




