Aun cuando el Gobierno cubano no ha anunciado que el país vaya a entrar en cuarentena, no son pocos los isleños que desde ya se encuentra preparándose a cómo pueden e intentando que si llega el momento no los pille desprevenidos y con las neveras vacías.
Un ejemplo de esto es lo que está sucediendo en la provincia de Santiago de Cuba, donde cientos de lugareños se lanzaron a las calles en un intento de poder abastecerse y comprar tanto alimentos como todo lo que pueda ser útil y necesario en caso que se decrete un aislamiento.
“El problema es encontrar provisiones que sean duraderas y que, además, tengan un precio asequible. Ambas cosas son bastante difíciles en cualquier lugar de Cuba. Las latas más asequibles ahora mismo son las de sardinas con puré de tomate y sardinas conservadas en aceite, a más de 1.60 CUC cada una, pues lo otro son albóndigas que sobrepasa los 3 pesos y hasta los 4 pesos solamente una lata. Lo otro es maíz dulce, pimientos, col, que son algunas de las conservas que ahora mismo encuentras en las tiendas en CUC en la ciudad de Santiago de Cuba”, comentó un santiaguero luego de visitar un par de tiendas recaudadoras.
Los residentes en esa oriental provincia, al igual que todos los isleños en general, enfrentan la posible propagación del COVID-19, una situación que llega tras varios meses de un marcado desabastecimiento en la red de tiendas de la Isla y un encarecimiento de los productos en los mercados agropecuarios.
“Cuando empezaron a anunciar que había casos me dije, voy a la tienda a comprar cosas, y de boba pensé que era de las primeras. Para mi sorpresa, me topé algunos establecimientos bastante desabastecidos de casi todo menos de aceite para cocinar, que hay por montón, y en la tienda La Gran Piedra, en la Plaza de la Revolución, que justamente comercializa gran cantidad de productos, hay estantes vacíos y no pocos llenos solo con aceite”, comenta una ama de casa santiaguera.
“La gente está haciendo compras que ascienden los 100 CUC. Había un estante con unos garrafones de aceite, a casi 40 CUC, y se volaron. No hay pánico generalizado, pero sí un miedo solapado, en silencio, añade la señora.
