Cientos de argentinos que se encuentran varados en Cuba podrían ser albergados en varias iglesias del país por gestiones realizadas por su Gobierno con autoridades. De momento, casi 2000 argentinos están varados en La Habana pues la aerolínea Copa Airline ya confirmó que no tiene aviones suficientes para trasladarlos y estos está durmiendo en la calle, cerca de la Terminal 3 del aeropuerto José Martí de La Habana.
«Los vuelos estaban sobrevendidos y en condiciones normales no habría problema, pero con esta crisis por el coronavirus estamos atrapados y sin poder volver a casa. La situación es desesperando y Copa ha abandonado a las personas», comentó a nuestra redacción la argentina Marcela Albaca, con la voz entrecortada.
Las vacaciones de estos turistas en lo que prometía ser un paraíso tropical se ha terminado por convertir en una pesadilla. Jamás pensaron que sus días de playa se convertirían en un calvario.
«Estamos desde hace 30 horas varados en el aeropuerto de La Habana, durmiendo en la calle. Nos dejaron varados, Copa nos dejó tirados a todos. El embajador (Javier Figueroa) estuvo aquí y le echó la culpa a Copa y ellos a la Argentina», agregó Marcela, quien llegó a Cuba el jueves pasado junto a su pareja,
Una de sus mayores preocupaciones es la salud de Enrique, que es hace poco tiempo sufrió un accidente cerebrovascular (ACV). «Es diabético, insulino dependiente, está inmuno deprimido y tiene poca medicina», lamentó la mujer.
El canciller argentino Felipe Solá también anticipó este domingo en entrevista por Radio Mitre que la «Argentina va a cerrar» y que la medida se podría tomar la semana próxima. «La cantidad de gente que se quede afuera será la mínima posible», dijo.
«Viajé porque no había medidas y con la seguridad de que iba a volver. Estábamos ayer arriba del avión y nos hicieron bajar porque al vuelo, de Panamá a Buenos Aires no lo iban a dejar aterrizar, algo que finalmente no ocurrió. Sobrevendieron los vuelos e hicieron abandona de personas. La situación es desesperante. No puedo más», relató Marcela consumida por la angustia.
Algunos han logrado irse en vuelo vía Chile, pero otros quedaron varados en Panamá.
«El embajador nos dijo que están cerrando los hoteles, los comercios y que dentro de poco no va a haber taxi», presagió.
«No nos cubren la comida, no nos cubren el hotel, la situación del aeropuerto es asquerosa, no se puede entrar a los baños. Hay un solo lugar para comer un sandwich. Dormimos en la calle, como perros. Peor que un animal. Viajamos sin saber el comunicado del presidente. Esto se desenvolvió en una semana», explicó Albaca, que como miles de compatriotas espera el milagroso vuelo de repatriación, todavía sin fecha ni horario.
