El anuncio de que Western Union solamente permitiría el envío de remesas a Cuba desde Estados Unidos le ha caído como un cubo de agua fría a muchos isleños que dependían de esta vía para recibir ayudar de sus familiares y amigos que residen en el exterior.
En octubre de 2019 la empresa líder en servicios de pagos y remesas dijo que estaba en proceso de actualizar sus sistemas operativos para cumplir con las restricciones implementadas por Washington sobre remesas y envíos de dinero a la isla, las cuales limitan el envío de remesas a 1.000 USD cada tres meses por persona y dejan fuera a las categorizadas como donaciones a ciudadanos cubanos desde Estados Unidos.
“No creo que la limitación de no poder mandar más de 1.000 USD trimestrales afecte a casi nadie porque son pocos los casos a los que un familiar le manda más de 300 USD mensuales. Deberíamos estar más enfocados en la situación doméstica del país y no esperando a ver qué migajas nos llegan de otros países”, comentó al respecto una repostera identificada como Cintia.
A su vez, una trabajadora del sector privado afirmó que, si bien es cierto que las remesas son unas de las mayores fuentes de ingreso a una gran cantidad de países subdesarrollados, en el caso de Cuba se depende demasiado de ellas, cuando en realidad lo que hace falta es trabajar más para poder producir las ganancias que necesitan los cubanos.
Por su parte, un experto en temas informáticos identificado como Alain Miguel, aseguró que el proceso para enviar remesas es bastante engorroso y que los cubanos deberían tener más conocimientos sobre las oportunidades que brindan las nuevas tecnologías.
“Hay aplicaciones, páginas webs, bancos, que solo requieren conexión a internet y que exista una cuenta bancaria en el lugar de destino para transferir remesas. Sin dudas, hay numerosas formas, lo que nos falta es conocerlas para escoger la que mejor funcione en el país desde donde se hace el envío”, explicó.
Otros son del pesar que no se debe “coger tanta lucha” con Western Unión, ya que existen opciones como la tarjeta AIS, la cual permite recibir la remesa en efectivo a través de una ventanilla bancaria son la necesidad de batallar con las largas filas.
