Director del equipo Cuba de béisbol pide «un carrito y una casa» para cada pelotero como «estímulo»

El director del equipo Cuba de béisbol, Miguel Borroto, ofreció esta semana una entrevista en la que pidió que el Gobierno comenzará a pensar en estimular a los peloteros con una casa y «un carrito», pues asegura que el pueblo cubano “aceptaría que los peloteros tengan un nivel de vida superior”, porque ellos son los encargados de darle el espectáculo más grande que se vive en la nación cubana.

De acuerdo a información proporcionada por SwingCompleto, Borrotó recordó que para el ya fallecido ex gobernante Fidel Castro, el béisbol siempre fue un sector prioritario.

«Nuestro comandante siempre atendió la pelota como una prioridad porque sabía lo que era para el pueblo de Cuba el béisbol».

«Yo sigo diciendo que la pelota debería ser un ministerio, que tenga su presupuesto, que genere con las contrataciones su presupuesto, donde sus ganancias puedan ser reinvertidas en sus propios atletas. Yo no puedo tener un pelotero ganando un millón e invirtiéndolo en 36 deportes», sostuvo.

De igual manera, el mánager comentó la necesidad de seguir avanzando con base perfeccionar la atención la atención a los peloteros y como potenciar su desarrollo como deportistas.

«Para nuestro desarrollo no hay que salir a jugar afuera, nosotros podemos atender a nuestros peloteros sin cifras millonarias», dijo.

Borroto aseguró que no hay mejor terreno para los peloteros cubanos que el propio patio, ya que los aplausos que se sienten en el Latinoamericanos o en el Cándido, no se comparan a los de Nueva York.

Lo más preocupante acerca Miguel Borroto, quien cada vez más se asemeja a Víctor Mesa, aunque con muchos de sus defectos, pero sin ninguna de sus virtudes, es que a pesar de llevar varios años en la pelota cubana sin ganar nada, parece como si tuviera aseguradas las riendas de la selección nacional durante algún tiempo.

Sin embargo, con sus características quizás termine con igual suerte que el propio Víctor, quien, aun siendo director del Cuba, le pasó lo mismo que a Chacumbele: el mismito se mató.