Los expertos y especialistas que el pasado fin de semana hicieron varios estudios en el puente concidieron en que es «impostergable» realizar acciones de reparación, aunque «no se encuentra abocado a una falla inminente», según precisó el diario oficialista Granma.
«El estado de deterioro del puente de hierro de Jatibonico es avanzado debido al paso del tiempo, la falta de mantenimiento y los daños que han sufrido la estructura metálica que están sobre el puente y los laterales», explicó al citado medio el máster en Ciencias Guillermo González Hernández, especialista principal en Topografía que participó en el estudio realizado sobre esta obra.
Con casi un siglo de explotación, ya son perceptibles los movimientos de las vigas principales de la estructura cada vez que pasan sobre él vehículos de gran porte, unido a la pérdida de algunos elementos metálicos que afectan seriamente la fortaleza de la obra.
«Recorrer estos 77 metros se ha vuelto una tarea de riesgo y cada vez que me toca cruzarlo le rezo a las once mil vírgenes porque no se caiga porque se mueve como gelatina», comentó a nuestra redacción un camionero que trabaja en el transporte de mercancía desde las provincias centrales a las orientales.
Una fuente consultada por CubaCute Noticias dentro de la Empresa Nacional de Investigaciones Aplicadas de Villa Clara, quienes están realizando los estudios de esta obra, nos revelaron que el deterioro de los elementos de hormigón, la pérdida de algunos de sus componentes y el elevado estado de corrosión de su estructura metálica han provocado que la armazón «no se comporte como un elemento rígido y monolítico» por lo que es fácil sentir la oscilación que presenta el puente.
La intervención del puente de hierro de Jatibonico es «imprescindible» pues pudiera deteriorarse más aún si no se realiza una reparación general, por lo que lo se deben tomar «acciones inmediatas» para que la situación no termine por provocar una tragedia, nos agrega nuestra fuente.
De momento, las únicas medidas tomadas por el Gobierno se han limitado a regular la velocidad en esta importante vía hasta 30 Km/h y la carga de los vehículos a 30 toneladas en un mismo sentido.
El viaducto fue una de las obras de la ingeniería civil más destacadas de su tiempo, tras ser levantado en 1930, como parte de la construcción de la Carretera Central que atraviesa la Isla.
