Las autoridades en Costa Rica lograron desactivar en la madrugada de este martes a una banda organizada que cobraba 2000 dólares a inmigrantes cubanos por trasladarlos de forma ilegal desde ese país hacia los Estados Unidos.
Hasta el momento han sido detenidos nueve implicados y se han intervenido al menos siete viviendas que serán para esconder a los cubanos luego que ingresaban a suelo tico.
Esta estructura criminal usaba para llevar a los cubanos a su destino final una red de transportes privados, buses y taxis públicos. Para su traslado se utilizaba una ruta similar a la que habitualmente era usada por los narcotraficantes que llevan droga a suelo estadounidense.
Los cubanos llegaban desde la Isla a Panamá gracias a visas de turismo y desde allí un integrante del grupo detenido se encargaba de llevarlos a Costa Rica de manera irregular, para desde allí continuar su travesía, según explicó hoy a la prensa Stephen Madden, director de la Policía de Migración.
«Ingresaba de Cuba a Panamá de forma legal, utilizando una tarjeta de turismo, y luego los trasladaban a nuestro país. Desde aquí, la organización con logística le daban todo lo necesario para continuar su viaje y los llevaban hasta Estados Unidos», comentó el jefe policial.
La banda solo movilizaba cubanos y al menos 30 de ellos han pagado por estos «servicios» durante el ultimo año.
Esta agrupación contaba con varios puntos establecidos en Costa Rica para trasladar a los migrantes cubanos y miembros con roles definidos que se encargaban de la seguridad, transporte y alimentación.
Además de llevarlos a Estados Unidos tenían un «servicio» más económico que solo se encargaba de «alojarlos y moverlo de manera interna por Costa Rica» a un costo de 400 dólares por persona.
La investigación que culminó anoche con el arresto de los implicados se desarrolló por más de un año, descubriéndose que otras organizaciones similares operan en el país, con dinámicas, ruta y estructuras muy similares a las del narcotráfico.
