Durante el año 2019 se incautó en Cuba más de una tonelada de drogas, las cuales en su mayoría se obtuvieron por los recalos que llegan a las costas del país.
Una nota publicada en el diario oficialista Granma señala que los narcóticos recalados fueron incautados por los destacamentos llamados Mirando al Mar, los cuales se encuentran compuestos por pobladores de las zonas costeras que trabajan de conjunto con el ejército de la Isla.
“En Cuba más de 300 de estos destacamentos, creados hace 50 años y los cuales agrupan hoy a más 7.300 personas”, de acuerdo con Julia Durruthy, miembro del Secretariado Nacional de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR).
La publicación especifica que el trabajo se realiza de forma voluntaria y que no solo consiste en evitar la introducción de drogas al país, sino que asegura las vidas humanas ante la emigración ilegal y protege el entorno marino.
Al respecto, el coronel Jorge Samper, jefe de la Dirección de Tropas Guardafronteras, aseguró que los destacamentos también han extraído más de 150 kilómetros de redes de pesca en este año, en un esfuerzo para proteger el ecosistema de ilegalidades y violaciones.
“Estos destacamentos tienen también un perfil preventivo «en la educación de las familias sobre el consumo de las drogas y sus perjuicios a la salud y la sociedad, además de las consecuencias legales que puede acarrear”, explicó el coronel Carlos Puig, jefe de la Dirección Nacional Antidrogas del Ministerio del Interior.
Las autoridades cubanas mantienen una política de tolerancia cero con las frogas y realizaron un riguroso control de entrada de narcóticos en las fronteras. En 2019 la Aduana cubana detectó más de 30 casos de intentos de entrada de droga al país mediante los aeropuertos. Además, se detuvieron cerca de 200 personas que las transportaban para consumo propio.


