El matrimonio de espías cubanos que fue descubierto por el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) de España podrá permanecer en ese país y conservar su estatus de residentes legales hasta que la hija que tienen en común cumpla la mayoría de edad, pues son sus tutores legales y ella tiene la nacionalidad española, revelaron hoy las autoridades de la nación ibérica.
Aunque a ambos se les negó la nacionalidad por sus actividades de espionaje, su hija, de 15 años, si le fue otorgada, pero al arribar ella a los 18 años ambos progenitores pueden ser expulsados hacia Cuba.
Algunos expertos creen que los servicios de Inteligencia españoles estarían valorando la opción de «ablandar» al matrimonio para que estos revelen detalles sobre las actividades que les orientaban desde la Habana y sus contactos con oficiales de la Seguridad del Estado cubano que estarían operando en España bajo una cobertura diplomática.
Las leyes en España favorecen el secretismo de Estado sobre el caso, pero varios medios de prensa aseguran que desde la cúpula de Gobierno en Moncloa no se ha encajado bien que el servicio de Inteligencia de Cuba actúe de esta forma en el país, a pesar de las relaciones que en los últimos años han establecido ambas naciones.
Sin embargo, desde la Madre Patria se mantiene la calma y no ha querido ni siquiera filtrar el nombre de los espías cubanos ni el de los oficiales de la Seguridad del Estado que mantenían contacto con ellos.
El régimen cubano tampoco ha reaccionado y todo parece indicar que mantendrán un bajo perfil para manejar este incidente lo más alejado del foco mediático.
Este incidente se produce en un delicado momento en el que la economía cubana necesita más que nunca de las inversiones españolas y del apoyo político que el presidente Pedro Sánchez les ofrece ante la Unión Europea.


