Las adversidades que tuvieron que atravesar los cubanos Kirenia Vázquez y Reynier Rodríguez para poder llegar a la frontera de Estados Unidos volvió más fuerte su amor, que celebraron ayer por todo lo alto en el día de San Valentín.
Esta pereja de cubanos llegó a México hace casi un año, pero salieron de Cuba hace más de tres, con el fin de buscar el ansiado asilo político en Estados Unidos, pero tras conocerse decidieron emprender juntos una historia de amor que cambiaría sus sueños.
Aunque al salir de la isla creyeron que lo más difícil sería conseguir llegar a suelo estadounidense, se toparon con la realidad de una frontera peligrosa, luego de ser secuestrados en el Reynosa, Tamaulipas, circunstancia que los hizo poner a prueba lo que sentían el uno por el otro.
“Yo agradezco tanto haber ido con él, porque de haber sido lo contrario, yo no sé qué hubiera hecho, estar cerca de la muerte y en momentos tan difíciles nos unió más como pareja y matrimonio”, contó Kirenia a nuestra redacción.
Se conocieron hace tres años en Cuba, y ambos describen que todo fue un amor a primera vista, sobre todo por parte de Reynier, quien desde que la vio se enamoró de ella.
“Antes de estar juntos, yo ya venía enamorándola desde hace tres meses, pero ella siempre me decía que no, dicen que el que persevera alcanza, y yo soy perseveré y triunfé. Así fue como inició la relación”, comentó Reynier.
“En Cuba nos dicen marinovios, porque así se les llaman a los que no están casados y se van a vivir juntos”, agregó.
Tras dos años de relación, decidieron abandonar Cuba y tratar de cambiar sus vidas en Estados Unidos. Durante su camino en busca del sueño americano fueron secuestrados en Tamaulipas, donde para salir con vida tuvieron que pagar siete mil dólares. Sus familiares lograron hacerles llegaron el dinero y sus raptores los dejaron el libertad cuatro días después.
Con miedo y amor, siguieron insistiendo en lograr el asilo en EEUU. Sin embargo, se cansaron de esperar su cita con Inmigración, por lo que decidieron comenzar su amor desde cero en Ciudad Juárez. En repetidas ocasiones han querido regresarse a Cuba, pero su amor los hace fuerte y les da las ganas de seguir adelante.


