Yésika Amanda Mora Hernández, la niña cubana que más tiempo lleva hospitalizada en Cuba y quien se encuentra acoplada a un sistema de ventilación permanente que le permite a sus pulmones intercambiar oxígeno producto a la enfermedad que padece, cumplió 14 años el pasado miércoles.
Yésika fue diagnosticada hace 14 años con la enfermedad Werdnig Hoffman tipo 1, un trastorno hereditario de las neuronas motoras que provoca atrofia y debilidad muscular.
A pesar que desde un inicio a sus padres le comunicaron la mala noticia, esta niña espirituana cumplió el pasado miércoles sus 14 primaveras y representa uno de los pocos casos en el mundo que, a pesar de la afectación, mantiene vivas las esperanzas de llegar tener una vida plena algún día.
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Yésika es una niña con muchas ganas de vivir
Gracias a su tenacidad y a sus ganas de aferrarse a la vida, junto a la atención de sus familiares y a la esmerada atención recibida en el Hospital Pediátrico José Martí de Sancti Spíritus, donde permanece desde los siete meses de nacida, esta niña cubana ha llegado a sus 14 febreros.
En el propio hospital Yésika recibe clases. Cada jueves recibe la visita de la maestra María del Carmen Caballero para enseñarle Historia, Matemática y Español, logrando que alcance un tercer nivel de escolaridad a través de un programa docente específico.
Producto a la dolencia degenerativa que padece, Yésika no ha podido jugar a enamorarse de un artista o realizar las tareas propias de su edad, ya que su padecimiento le impide mover cualquier músculo de su cuerpo.
A pesar de esto, la menor ha logrado aprender a comunicarse mediante determinados sonidos con su garganta, los cuales son entendibles por sus familiares tras haber estado a su lado durante tantos años.
Según refieren sus médicos, a Yésika le encantan los programas Vivir del cuento, Pasaje a lo desconocido y Vale la pena. Además, disfruta mucho jugando al parchís, en el que incluso se molesta cuando pierde.
