Ya a Donald Trump deben dolerle los oídos en la Casa Blanca, pues el Gobierno cubano lo culpa de cuanto producto escasea en los mercados de la isla. Así ha sucedido ahora con la leche en polvo, la cual se suma a la larga lista de productos que se han perdido de las tiendas.
Según un articulo publicado hoy por la prensa estatal, «la persecución financiera de la administración Trump y el recrudecimiento del bloqueo contra Cuba» ha impactado en que se pierda en la isla la leche en polvo.
«Este ensañamiento de la administración de Donald Trump ha incidido en la ampliación de los ciclos de reaprovisionamiento de las navieras, a lo que se han sumado las limitaciones financieras para adquirir la leche en polvo en el mercado internacional. Todo ello ha traído consigo arribos tardíos del producto al país», explica el enrevesado articulo publicado en el periódico Granma, órgano oficial del Partido Comunista.
El nivel de desabastecimiento es tal, que las autoridades no tienen ni siquiera tiempo de envasarla cuando llega al país, porque tienen que «distribuirla casi directo desde los puertos a las bodegas».
La poca leche en polvo que han logrado comprar la han destinado a «la canasta normada, las dietas y el consumo social», según indica el citado medio, pero agregan que se han quedado sin este producto en las fabricas de yogurt y helados.
Datos oficiales revelan que solamente para la distribución de la canasta familiar que se destina a los niños de entre 0 y 7 años de nacidos, únicos con derecho a recibir este alimento, el país necesita mensualmente 2.5 toneladas de leche en polvo.
Sin leche en polvo, Cuba utiliza leche de soya para producir helado
Para poder continuar la producción de helados en todo el país, las autoridades han decidido comenzar a utilizar leche de soya como alternativa a la leche en polvo. Según precisa la prensa estatal, el nuevo helado de soya se está haciendo de varios sabores y «la población apenas nota la diferencia pues ha mantenido buena textura».
No es primera vez que en el país se produce helado de este tipo para evitar el cierre de las heladerías, el cual está compuesto por un 60% de leche de soya y 40% de otros productos lácteos, como suero de leche o leche de vaca fresca y en polvo.
