Los cubanos Ezequiel Márquez Montes de Oca y Yosbel O’farrill Carrera, quienes fueron repatriados a la Isla desde México, contaron su experiencia tras su regreso al país y aseguran que su futuro “está negado en Cuba”.
Como muchos, estos hombres se lanzaron a intentar lograr su sueño de mejorar económicamente en Estados Unidos. Para ello, realizaron un largo viaje que comenzó en Trinidad y Tobago y que incluyó el cruce a través de la peligrosa Selva del Darién.
Según confesaron ambos, en México fueron víctimas de detenciones arbitrarias y robos por parte de la Guardia Federal. Además, tuvieron que pagar un soborno de 200 dólares para conseguir el amparo del Instituto Nacional de Migración, aunque luego los atracaron y les rompieron los documentos.
Ezequiel y Yosbel indican que denunciaron a los oficiales que les robaron, lo cual provocó que los deportaran el pasado 25 de mayo.
“Un funcionario de INM nos dijo que nos habíamos convertido en una papa caliente para la Policía Federal por la denuncia realizada, ya que esta incluía los números de placas y una descripción exacta de los oficiales implicados”, revelaron.
Viviendo como cubanos repatriados.
Desde su regreso a la Isla hace 8 meses, estos cubanos han estado vigilados por la Seguridad del Estado. En el caso de Yosbel, solo pudo recuperar su carné de identidad y su libreta de abastecimiento hace dos meses.
“Me costó 100 dólares. Si la situación actual es difícil, imaginen lo que fue vivir sin contar con la nacionalidad del país en que naciste. No me dan trabajo en ningún lado y la policía me vigila como si fuera un delincuente. Mi único delito es el de no estar de acuerdo con el gobierno”, asegura.
Aun cuando la situación para los cubanos que intentan obtener el asilo político en Estados Unidos es cada vez más difícil, Yosbel cree que no tiene otra opción.
“Si vivir para el cubano común es difícil, se podrá imaginar cómo es para un repatriado. A pesar de los peligros y de la xenofobia, al menos hay una esperanza al emigrar. Acá todo es oscuridad para mí”.
Aseguran que su futuro y el de su familia “está negado en Cuba”.


