Durante las últimas horas se ha venido experimentando una disminución de las réplicas del sismo que tuvo lugar el pasado martes entre Jamaica, las Islas Caimán y Cuba, y que registró una magnitud de 7.7.
Bladimir Moreno Toirán, del Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas (CENAIS), explicó que durante las últimas 24 horas se reportaron solamente 37 réplicas del sismo, una cifra muy inferior a las 407 réplicas registradas al cierre del jueves.
Según precisó el especialista, se trató de sismos de magnitud mayor a 2.5, que fueron perceptibles solo en algunas zonas del oriente de Cuba debido a su lejanía al país.
Un 70 por ciento de estos pequeños sismos se registraron sus epicentros en la zona de las Islas Caimán, pero el resto tuvieron lugar muy cerca de la provincia de Granma.
Entre al martes y el jueves pasado, el Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas, de Santiago de Cuba, registró más de 500 réplicas del sismo de 7.7, las cuales estuvieron distribuidas en dos zonas de la Falla Oriente.
Inicialmente los reportes de la prensa cubana aseguraron que no se registraba ninguna pérdida material ni humana. Sin embargo, con el paso de los días, se ha podido conocer que el sismo afectó a unas 300 viviendas en Granma e incluso provocó un derrumbe total en esa provincia. Además, se contabilizaron algunos daños leves en viviendas del municipio Niquero, en Holguín.
Algunos expertos cubanos advirtieron en el transcurso de esta semana sobre la posibilidad de experimentar temblores en cualquier zona del territorio nacional. Una explicación contraria a las creencias de los isleños sobre el hecho de que los temblores solamente ocurren en algunas zonas del país, especialmente en el oriente.
Por su parte, el doctor en Ciencias Tomás Chuy Rodríguez, del CENAIS, explicó que, aunque la zona de mayor peligrosidad se localiza en la parte suroriental de la isla, vinculada al sistema de la llamada Falla de Oriente, existe la posibilidad de otras sacudidas telúricas distantes a dicha área, algunas incluso notables.
