El temblor de magnitud 7.7 grados en la escala de Richter que esta tarde se sintió en varias provincias de Cuba generó el pánico y el temor en la población, pues trajo a sus mentes el fantasma de la tragedia vivida hace solo unos días en la vecina isla de Puerto Rico. Según cuenta los que lo vivieron, cientos de personas corrieron hacia las calles, tratando de escapar de edificios y casas, por temor a quedar atrapados dentro de ellas en caso de derrumbes.
En los pisos más altos de las zonas donde más fuerte se sintió, los cubanos salieron huyendo y el pánico se les veía en sus rostros. Las personas gritaban, los edificios se movían y las paredes parecían venirse abajo.
Según las autoridades del Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas (CENAIS), el fuerte terremoto generó replicas al oriente de Cuba de 7.1 grados de magnitud.
La sacudida se sintió en La Habana, especialmente en edificios altos; en las provincias orientales de Santiago de Cuba, Holguín, Las Tunas y Guantánamo; en Cienfuegos, Ciego de Ávila, Sancti Spíritus y Camagüey (centro-este); en Pinar del Río (oeste) y en la Isla de la Juventud, en la zona más occidental, confirmaron a CubaCute fuentes de estas zonas.
En La Habana, el temblor fue perceptible en varios edificios de la ciudad, los cuales fueron desalojados de inmediato, entre ellos la Lonja del Comercio, donde los trabajadores corrieron despavoridos a la calle por temor a que se viniese abajo un inmueble con casi un siglo de construido.
«Yo estaba con mi esposa y sentí un mareo fuerte y ella me dijo que sintió lo mismo. Ahí fue que nos dimos cuenta que estaba temblando», contó a Cubacute Javier Hernández, en la provincia de Santiago de Cuba.
Olga López, una residente de Bayamo, en la provincia de Granma nos reveló que se sintió primero un temblor muy fuerte, que hizo que algunos cuadros y vasos se movieran.
Según cuenta, muchas personas abandonaron sus hogar y esperaban en las calles por temor a regresar a sus viviendas y que volviera a temblar.
«Yo salí corriendo para la calle y todo el mundo salió disparado para la calle. Nunca había visto un temblor así y luego volvió a temblar otras dos veces», dice a nuestra redacción.
Así describió lo ocurrido el cubano Fernando Sánchez Rodríguez, quien compartió este post en su cuenta de Facebook:
«Mi esposa pensó que el perro le sacudía la cama. Mi hijo creyó que el mismo perro movía una silla del cuarto rascádose. Los vecinos de un edificio de dos plantas en Narciso López y Benavides, en Ciego de Avila, se lanzaron despavoridos a la calle. Un amigo estaba en la azotea del 12 Plantas y se lanzó escaleras abajo. Los cristales de las tiendas del Bulevar se estremecieron. Yo… no sentí nada, pues estaba en mi placa junto as un motor eléctrico encendido que disfrazó el temblor»
