Prensa mexicana reconoce que los migrantes cubanos son «agradecidos» y «trabajadores»

Varios medios de prensa mexicanos han reconocido en los últimos días que los migrantes cubanos varados en varias ciudades de ese país son todo lo contrario a la mayoría de los migrantes de otros país. Según el diario ‘En linea directa’, los cubanos no exigen al gobierno buena comida ni violentan las leyes allá donde se encuentran.

Los que salieron de la mayor de las Antillas han conseguido ganarse la vida por su propio esfuerzo, trabajando en lavaderos, restaurantes y otros giros, mientras esperan por la solución de sus procesos de asilo político en Estados Unidos.

«A diferencia de la situación que se vive con otros migrantes, los cubanos que desde hace meses están varados en espera de este trámite trabajan en la frontera para el sustento propio y el de sus familias», precisa el citado medio.

Los migrantes cubanos se aplatanan en México

Muchos han decidido abrir sus propios negocios, sobre todo de comida cubana, llevando sus sabores criollos a la gastronomía mexicana. A los cubanos le han abierto las puertas de México, donde ya una gran parte de ellos lleva viviendo más de un año. Algunos no dudan en plantearse que si Estados Unidos les niega el asilo entonces podrían quedarse a vivir en tierra mexicana, antes que volver a soportar la pobreza que los obligó a salir de Cuba.

«Si no nos dan asilo, la única solución es pedir en México una visa humanitaria y arreglar los papeles aquí. Ni muerto regresamos para Cuba, por allá nos tienen prohibido soñar. Mejor nos quedamos aqui, que la gente nos ha acogido de los mejor y nosotros no tenemos ningún problema con los mexicanos», dijo a nuestra redacción Luis Manuel Medica Guerra, uno de los cientos de cubanos que se encuentran varados en Reynosa, Tamaulipas.

Aunque para Luis Manuel la situación no ha sido fácil, manifiesta que con esfuerzo y buena fe la situación puede mejorar, siempre y cuando haya empeño de hacer las cosas bien, y crítico a los migrantes que se quejan en Matamoros, y que además se niegan a trabajar mientras esperan su trámite.

«Aquí llegamos para echarle ganas y trabajamos. Si uno llega a un país, tiene que aceptar lo que le den porque aquí hay muchos mexicanos que se están esforzando a diario para no pasar hambre, así que imagínense nosotros que somos extranjeros. No podemos ser malagradecidos porque los mexicanos nos están ayudando mucho», puntualizó Luis Manuel.