Pedro Luis Careaga Hernández salió de Cuba el 20 de mayo de 2014 hacia los Estados Unidos tras serle otorgado el asilo como refugiado y perseguido político por sus actividades dentro de la disidencia. Sin embargo, a solo un año de estar en suelo estadounidense, y ya con su residencia en la mano, comenzó a viajar de regreso a la isla alegando que tenia «problemas personales.
Sin embargo, dicen que al que velan no escapa y las autoridades cubanas le pusieron la vista encima pues se convirtió en un «viajero frecuente» muy sospechoso que solo entraba al país por una día con sus maletas cargadas de ropa y a la siguiente mañana ya estaba volando de vuelta a Miami. El pasado 29 de julio, cuando intentaba aborda su vuelo de regreso a la Ciudad del Sol, los oficiales de Inmigración en Cuba le dijeron que no podía marcharse pues estaba «regulado» y se le había abierto un expediente investigativo por «contrabando».
En una entrevista ofrecida al portal Cubanet dijo que estaba consciente del hecho de que sus frecuentes viajes lo habían puesto en la mira de la Seguridad del Estado, pero también de muchos en el exilio, que no entendían que un ex preso político que salio huyendo de Cuba corriera el riesgo de viajar tantas a la isla sin pensar en los problemas que pudieran presentársele.
De refugiado político a viajero frecuente en Cuba cargado como una «mula»
Careaga Hernández asegura que viajaba a Cuba de forma frecuente primero para ver a su madre, que estaba muy enferma y falleció en el 2016. Luego dice que lo hacia por su hijo, a quien la madre había abandonado y él tenia que «cuidarlo».
Ahora se encuentra bajo un «proceso investigativo», pero las autoridades se niegan a darle algún papel pues le dicen que solo cuando este concluya.
Desde que viajó por primera vez a Cuba tras obtener su residencia en EEUU, las autoridades migratorias en la isla le contaron aproximadamente 130 viajes a la isla.
Ya la cosa venia rodando pues a mediados del 2019, en la Aduana de Cuba le decomisaron un maletín con «varios accesorios de teléfonos» que llevaba como equipaje. Según le explicaron, la carga, por su cantidad, se consideraba que tenia carácter comercial y le fue decomisada.
En la Embajada de Estados Unidos en La Habana le dijeron que la policía en Cuba lo puede tener retenido 11 meses y 29 días, y que si llegaba a pasarse de ese tiempo tenia que entonces solicitar un permiso de retorno.
«Estoy pagando por el riesgo de haber venido tantas veces. Me abrieron un expediente y llevo seis meses aquí. No entiendo si es para joder o qué, pero los deberes de familia son más importantes», comentó al citado medio.
El caso de Careaga Hernández está lleno de polémica. Su historia es muy parecida a la de miles de cubanos que han abandonado la isla en los últimos años alegando que sintieron miedo al régimen cubano. Sin embargo, luego regresan a Cuba de forma frecuente, ya sea como «mulas» o como «viajeros frecuentes».



