Con estampitas y rosarios agradeció una cura en Cuba a los oficiales de la Policía Nacional Revolucionaria que esta semana dieron con los autores de un robo perpetrado en la capilla católica La Guadalupe, ubicada en la calle Esperanza entre Joaquín Oro y Rafael Oro, en el centro de la ciudad de Manzanillo.
Según el reporte de la prensa estatal, el robo ocurrió hace solo unos días, cuando dos individuos ingresaron por la fuerza en el templo, valiéndose de una pata de cabra, para llevarse los cuatro ventiladores que estaban en las paredes.
Sin embargo, parece que el plan no estuvo muy bien pensado, pues a los ladrones se les ocurrió guardar los equipos robados en una vivienda a solo metros de la capilla donde se metieron a la fuerza.
Las autoridades aseguran que los dos ejecutantes de este robo con fuerza fueron dos jóvenes que venían estudiando cómo acceder al local. Para ello, asistieron varias veces a misa haciéndose pasar por feligreses, y así analizar los lugares por los que podían acceder para cometer su fechoría.
«En nombre de la Iglesia Católica agradecemos de corazón el trabajo de todos ustedes para encontrar los ventiladores. Necesitamos vivir todos tranquilos. Eso no se debe hacer», fueron las palabras del párroco principal de la iglesia La Purísima Concepción, fray Antonio Martins Barros a las autoridades.
Martins Barros quiso agradecer la labor de la policía entregándole estampitas y rosarios, pero parece que el regalo no les gustó mucho porque terminaron entregando estos objetos a los niños y personas presentes en el acto donde se devolvieron los ventiladores a la capilla.
